lunes, 22 de febrero de 2016

gomina

Cuando me enteré de que el alcalde de Zaragoza -o sea, mi alcalde- había cargado un gasto de gomina al ayuntamiento, el comentario de una chica que conozco fue: "para lo que se roba por ahí, una gomina no es tanto". 

Y eso es cierto, claro. 

Yo no es que sea experto en "historial de alcaldes de España", pero en menos de lo que canta un gallo, me vino a la cabeza eso de "Mario Amilivia, el alcalde de la Gomina". Aquel alcalde de León fue nombrado en la SER tropecientas veces como tal... Tanto como para que 17 años después, al comentarlo con un amigo, yo me supiera perfectamente cómo se llamaba aquel alcalde y de dónde era. Si a mí, tierno adolescente del momento y "under 20", se me quedó grabado su nombre, apellido, localidad y mote en la cabeza, será porque lo repitieron en la radio hasta la saciedad. A todas horas. En "La Media Vuelta" cada dos por tres, a hablar del alcalde de la gomina. 

Copio y pego de El País, de enero de 1999:

"Amilivia ha justificado así en el mismo apartado de sus presupuestos, al menos, cinco frascos de gomina, limosnas de 2.000 pesetas, escobillas para su aseo, un cepillo de dientes, puros, leche evaporada, café, bombones, caramelos, pastas, cava, bocadillos, y dos hilos y una aguja (580 pesetas) para coser la banda rota de los concejales en una procesión.En el fondo del caso de la gomina del alcalde de León hay un debate técnico sobre cómo deben incluirse en los presupuestos de cualquier consistorio determinados gastos de mantenimiento del gabinete de una alcaldía, y una discusión ética, a lo mejor económicamente anecdótica, sobre qué tipo de facturas debe pasar al erario público un responsable político. Y más si, cómo en este caso, el alcalde recibe unos 12 millones al año por su condición de regidor, vicepresidente de Caja España y procurador regional."

Y además, ponía: 

"Mario Amilivia usa diariamente gomina pero cambia bastante de marca. Entre los cinco botes facturados a cargo municipal entre agosto de 1997 y julio de 1998 hay dos de Llongueras (1.058 pesetas) y tres Poly Swing (1.239). El alcalde aún no ha devuelto a las arcas municipales ese dinero, en contra de lo que prometió cuando estalló el escándalo. Insiste en atacar a la oposición por su ruindad en esta denuncia. Tanto él como sus colaboradores atribuyen esas facturas a errores forzados por la urgencia de determinados gastos de miembros de su equipo. "La culpa es nuestra, no suya, por intentar ser operativos y transparentes, porque si metiéramos estos gastos en el capítulo dos (bienes y servicios), pasarían inadvertidos entre los gastos corrientes", confiesan sus colaboradores."

Desde el PP de León se decía que el PSOE había sido muy rotundo en la denuncia, y que se había sabido todo por "ser muy transparentes". Me hace gracia porque además de la gomina, se gastó pasta en mogollón de cosas más... Pero lo que trascendió fue la gomina. "El alcalde de la gomina" por los siglos de los siglos.

Amilivia en el ABC dijo que la información que sacó la SER fue "querer hacer un escándalo por solo 2.000 pesetas". Porque fue precisamente la SER la que descubrió el pastel. 

Si la SER informó de manera "malmetedora" entonces, ahora la prensa estaría malmetiendo contra el que viene siendo mi alcalde. Si en aquel momento la SER hizo su trabajo... ahora los medios están haciendo lo que tienen que hacer con mi alcalde. 

Y ese mote de "alcalde de la gomina" pervivió. Duró y duró. En 2004, Amilivia volvió a la alcaldía de León gracias a un caso de transfuguismo -uno de UPL, que mira....- y... Bueno, que mejor que yo, os lo cuenta Severino Donate. La calidad de sonido no es muy buena, pero aquí está el radiochip gominil:



Cosas de la política... Según el señor de UPL, votar al PP era votar fascismo. Pero luego voy y te doy la alcaldía en un giro inesperado de guión. Cargar la gomina al erario público era un cosa por la que la SER hizo famoso a este alcalde, ya que le dio su mote... y a día de hoy, mi alcalde -que no es del PP precisamente, sino de Zaragoza en Común- lo justifica tranquilamente, porque total... eran 15,90 euros. Y además debía ser de Giorgi, el fijador... de confianza.

Luego por lo visto también cargó un viajazo... pero al final lo que termina trascendiendo, siempre, es la gomina. 

1 comentario:

  1. A Amilivia se le conoce, aparte de por la gomina, por el siguiente temazo que apelaba a nuestro voto:
    https://www.youtube.com/watch?v=mORy4Gir2ac

    En A cielo abierto había una sección de música bizarra, la "Monstruoteca", que dio buena cuenta de este engendro sonoro.

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