sábado, 17 de octubre de 2009

extraños compañeros de micro

Otro de los ganadores de un Ondas 2009 ha sido Jorge Javier Vázquez. He leído muchos comentarios sobre "cómo pueden premiar la telebasura" o "empaña la historia de los Ondas". Yo no estoy de acuerdo, no sólo porque sí creo que Jorge Javier ha contribuido a la innovación en la tele (toma ya) y además pienso que hace uno de los programas más divertidos que se han hecho en años. Me gusta Sálvame.

Pero el tema no es el Ondas de Jorge Javier. El tema es que, algunas veces, gracias a la radio se pueden dar situaciones casi más surrealistas -a priori- que las que se pueden ver en Sálvame. La foto es flipante a todas luces: los "Enemigos Públicos namber guan" de la sociedad en la radio y en la tele, juntos. Jorge Javier y Federico. Esa foto fue tomada en el estudio de Esradio, el 23 de septiembre de 2009. Y si tienes mucha curiosidad en oír cómo fue la entrevista, pincha en el radiochip. Además en esta entrevista imitan a Andrés Montes. Viene muy al caso...

El caso es que esto me sirve para reflexionar sobre Federico. Las cosas "malas" de su programa las tenemos todos los días en la tele, en radios, en periódicos... Pero una cosa que no se suele destacar de Federico es este "punto friki" o "punto de niño malo" o "punto de travieso" que puede que sorprenda a las personas que sólo lo han oido por la parte política de su programa.

No voy a ser yo quien defienda a Federico ahora, porque además defensores ya tiene, y yo no soy (ni seré) uno de ellos, pero al César lo que es del César... Esta vena excéntrica que tiene de "y ahora invito a Jorge Javier y a ver qué tenemos en común" o "incluso con este tío puedo hacer una entrevista interesante" o de "a ver qué sale, que nos divertiremos", ese puntillo me gusta. La sorpresa, el morbo, los extraños compañeros de cama...
Porque sí, en el fondo, entre el programa de Federico y el de Jorge Javier no hay tantas diferencias: uno esRadio, el otro es tele, pero en sus programas se insulta, en sus programas todo el mundo se desmadra, todo el mundo niega seguir ambos programas y los datos de audiencia dicen todo lo contrario. ¿Extraños compañeros de micro? Igual no... En el fondo, la entrevista me pareció superinteresante, supermorbosa, divertida y sorpresiva... Qué pena que no pueda verme esta tarde el Sálvame. (¿Y si me gusta un poco el programa de Federico por el barro?) Voy a reflexionar sobre eso.

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