domingo, 17 de diciembre de 2017

el Pastor de Andorra

El jueves pasado hubo un tiroteo en Albalate del Arzobispo (Teruel). Dos de los que resultaron muertos fueron guardias civiles, y además hubo un tercer muerto, José Luis Iranzo, que en muchos periódicos resaltaban que se trataba del nieto del Pastor de Andorra. Así, en mayúsculas. 

El Pastor de Andorra se llamaba José Iranzo Bielsa. Nació el 20 de octubre de 1915 (en Andorra) y murió el 22 de noviembre de 2016 (también en Andorra). Y vivió muchos años... ¡101! El resto de su familia no tuvo esa suerte. Una epidemia de gripe mató a su padre y sus hermanos en 1918. Como decía el propio Pastor de Andorra, «murió hasta el cura». 

Los que no seáis aragoneses pensaréis que me estoy refiriendo a una persona que quizá se hiciera famosa por ser pastor... Pero obviamente, eso en la provincia de Teruel en aquellos tiempos no daba para famoso. El Pastor de Andorra cantaba jotas. «La jota silvestre». La historia es genial, en serio. Le decían que cantara en los bares, le invitaban por cantar... Y le dijeron que se fuera a tomar clases de Pascuala Perié, famosa cantante de jotas de antes de los años 50, para que disciplinara un poco el chorrazo de voz que tenía el hombre. 

Bueno... la historia de José Iranzo mola. Y mola más aún poder escuchar su historia, junto con su mujer, en un programa de radio. Resulta que Pepa Fernández le pidió a Joaquín Carbonell, que estaba ya en su programa, que trajera al programa al Pastor de Andorra. Lo hizo en 2010, cuando contaba 94 años, al igual que su mujer Pascuala —que sí, se llamaba igual que su profesora, pero era otra andorrana apellada Balaguer—. 

Esta historia, la voz del Pastor, la de su mujer... la podréis escuchar en este radiochip Palomica: 



Os recomiendo que guardéis media hora para escuchar esta entrevista. Parece mentira todo lo que cuenta, pero es que es alucinante todo lo que llegó a viajar José Iranzo, lo que triunfó, delante de quiénes cantó... Y flipante, porque escuchando la entrevista cuenta cosas tan flipantes como que sólo tenía un riñón, que nunca discutía... Lo segundo es más flipante que lo primero, casi. 

Ahora muchos entenderéis por qué en los periódicos resaltaban este dato precisamente. 

1 comentario:

  1. La gente que llega a centenaria suele decir lo de que no discute nunca; fuman, beben, y hacen todas esas cosas que no se pueden hacer según los médicos: pero no discuten, cosa que nadie prohíbe porque es muy conveniente para la gente con poder que la gente que no lo tiene discuta, en lugar de actuar.

    No discutir no tiene mucho que ver con dar la razón. Y en ocasiones es mejor soltar un buen insulto que dedicar tiempo a discutir con quien no tiene ninguna intención de hacerlo.

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